Buraka Som Sistema. Primero fueron CSS y ahora, andando hacia atrás en el abecedario, nos llegan BSS (Buraka Som Sistema). Y lo más curioso del caso es que las coincidencias (superficiales) entre ambos grupos son más que evidentes: ambos surgen en escenas alternativas a las habituales (los primeros de Brasil, los presentes de Portugal) y comparten una visión algo "cerda" de lo que tiene que ser una canción. Pero aquí paramos de contar. Porque mientras que CSS se quedaban en el rock moderniqui (que ha fracasado completamente al intentar trasladar la fórmula a un nivel más tradicional), Buraka Som Sistema exploran esos ritmos africanos (afro beat si hablamos de electrónica, afro indie si hablamos de... indie) que, de pronto, parece que haya puesto de moda M.I.A. y Vampire Weekend (¡bendita falta de memoria musical!). La propuesta de estos portugueses se acercan más a M.I.A. o, al menos, a aquel punto en el que la diva capaz de vestir mil colores a la vez decidió sacar lineas de ropa flúor y perder el barbarismo que a muchos nos atrajo en Arular para pasarse al esteticismo de Kala. En las canciones de Buraka Som Sistema es como si el tiempo se hubiera detenido en el hard house de finales de los 90 y decidiera probar qué pasaría si la base tribal siempre presente en este género se evidenciara con sonidos extraídos precisamente de la cultura africana. Su debut, Black Diamond, está plagado de hits incontestables: IC19, Kalemba (Wegue-Wegue) y, por encima de todo, ese Sound of Kuduro (con voz, ¡sorpresa!, de M.I.A.) capaz de hacerte creer que estamos en verano justo cuando, al menos en mi ciudad, hace un frío capaz de congelarte las ideas.
Sound of Kuduro - BSS
Sound of Kuduro - BSS