jueves, 2 de octubre de 2008

cine. Woody Javi Pene ScarJo Barcelona

Reconozco que iba al cine con la escopeta cargada... Pero otras veces también he puesto el pie en la sala con mi artillería pesada lista para combate y he acabado rindiéndome sin remisión, izando una bandera blanca absolutamente sincera. No es el caso de Vicky Cristina Barcelona. Si Woody Allen titula la película con sus protagonistas (ciudad incluída), no me resisto a hacer lo mismo con mi reseña y diseccionarlo todo punto por punto. Con todos ustedes, Woody Javi Pene ScarJo Barcelona...


Woody.
Evitaré sentencias del tipo "está en las últimas". Pero es que no lo entiendo: ¿cómo puede ser que Allen sea capaz de dejar toda una secuencia desenfocada? Y no "un poco desenfocada", no. Más bien "totalmente desenfocada". Esto viene a advertirnos, bien al principio del film, de la desidia de un autor antaño conocido por la mordacidad, creatividad irónica y crítica despiadada de sus guiones, situaciones y personajes... y que ha acabado perpetrando una película en la que los personajes presentan un nivel de complejidad inferior al de los secundarios de un corto de la Disney, las situaciones funcionan a trancas y barrancas, sin chicha ni liminá, y el guion intenta salvarse con una voz en off que te explica más de lo que se infiere a través de las herramientas narrativas cinematográficas. Y no lo olvidemos: esto es cine. Si quiero que una voz me explique historias, me leo un libro.

Javi. Una pregunta: ¿es necesario que uno de los pocos actores que saltan de aquí a Hollywood lo haga para competir en inexpresividad con Keanu Reeves? El hieratismo de su personaje en No contry for old men no era pericia interpretativa, sino más bien lo contrario. Aquí intenta hacer de macho español y acaban viéndose las costuras de un actor inseguro de sí mismo que es incapaz de sonar verosímil en su propio idioma.

Pene. Dicen que, incluso para los que la odian, Penélope Cruz es lo mejor de la peli. No lo entiendo: es una choni, hace de choni... ¿dónde está la gracia? Su personaje, pretendido contrapunto cómico y neurótico, se queda en pañales contra ese tipo de neurosis que tan bien ha exprimido Almodóvar. Así que, Woody: zapatero, a tus zapatos.


ScarJo. Que quiten a su personaje (Cristina) del título de la peli, por favor. Su protagonista tiene mucha menos entidad que el de Vicky. Y lo peor es que en ningún momento acabas de decidirte si eso sucede por culpa de un guion sin brío o porque, simple y llanamente, el registro de ScarJo es menos que escaso.

Barcelona. ¿Cómo es posible que Woody Allen haya conseguido que casi casi casi odie mi propia ciudad? Su mirada turística y de postal es superficial, forzada y snob. En su visión de la ciudad vuelve a hacerse patente la desidia del director, a quien muy seguramente le guiaron las manos codiciosas de los inversores locales. Una pena, porque al final una ciudad con un espíritu tan definido acaba presentándose como un atrezzo modernista vacío de alma.

1 comentario:

Rafa Simón dijo...

Suscribo absolutamente todo lo que dices. La película me pareció lo peor.
No como tu crítica, que es bestial de buena. (Lo pensaría aunque no estuviera de acuerdo con ella,
me encanta como escribes)