miércoles, 14 de enero de 2009

libros. Los mejores libros de 2008 (novedades)


1. La Carretera, de Cormac McCarthy. Un puñetazo directo a la boca del estómago, tanto en forma como en fondo. McCarthy no sólo realiza una parábola bellísima (en la acepción clásica del término, en la que belleza y muerte van estrechamente ligadas) sobre el miedo del ser humano al "fin del mundo" y a "lo desconocido" (a verse arrojado a un entorno en el que pasan sucesos truculentos de los que no sabes el motivo); sino que, además, la envuelve con una forma seca, cortante... capaz de crearte un vacío en el estómago y quedarse allá, viviendo, para el resto de tu vida.


2. Ahora es el momento, de Tom Spanbauer. Hay libros que te impactan por su evidente trabajo, sus tramas intricadas, sus personajes complicadísimos, su forma cuidadísima... Y hay libros, como Ahora es el momento de Spanbauer, que se te enganchan a la memoria por todo lo contrario: por su transparencia absoluta (que, en ocasiones, implica un trabajo mayor que el primer caso). Y es que la transparencia es lo mejor a la hora de tratar con emociones tan primarias como las de la historia de ese Rigby John que no sólo descubre su sexualidad, sino también su desgarrador sentimiento de no pertenencia ni al lugar ni a la familia que le vio nacer.


3. El Sindicato de Policía Yiddish, de Michael Chabon. Ya lo dije en este mimo blog: Chabon es uno de los autores vivos más interesantes del nuevo panorama americano. Siempre escribiendo a través de sus propias constantes (la cuestión judía, la cuestión homosexual...), el escritor consigue explorar y ampliar el horizonte del thriller noir literario pasando por la novísima fantasía yiddish. ¿Una mezcla explosiva? ¡Y mucho más! Porque lo mejor es que Chabon nunca se pierde ni en tramas ni en ambientes: el fondo de sus personajes, supurantes de humanidad y ternura, son los que convierten sus libros en ejercicios magistrales.


4. Adiós, hasta mañana, de William Maxwell. Otro ejemplo de cómo la transparencia es algo que, a la hora de escribir, puede abrirte las puertas de una historia aparentemente simple. Como la vida misma. Con bastantes puntos de contacto precisamente con el libro de Spanbauer, Adiós, hasta mañana es un relato que hace de su falta de pretensiones un arma de tonelaje poderoso.


5. The Complete Polysyllabic Spree, de Nick Hornby. Creo que Hornby es el autor que más menciono cuando hablo y escribo. Por algo será: sus opiniones suelen ser tan claras que abren mentes. Y un libro como este, en el que expone su opinión sobre lo que va leyendo, era lo último que necesitaba para ampliar las fronteras de mi mito Hornby particular.

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