lunes, 2 de marzo de 2009

cine. It's written (1): Slumdog Millionaire


Slumdog Millionaire se cierra, justo antes de sus créditos, con un guiño sutil pero sublime. De hecho, el film termina respondiendo a la pregunta con la que se abre. Al principio del metraje, una interrogación expone el plot básico sobre el que se sustentará la trama: un perro callejero de Mumbay está a punto de ganar un premio millonario en un concurso televisivo (el ¿Quiere ser millonario? que por aquí presentó Carlos Sobera), pero las autoridades indias le arrestan e investigan cómo puede ser que alguien de tan bajo estracto social sepa las respuestas a preguntas tan elevadas. Tras un grand finale entre hollywoodiense y bollywoodiense (apelando a un modelo de cine transnacional en una escala sencilla), antes de que los créditos empiecen a circular, el negro de la pantalla se ve enriquecido por una nota al márgen, la respuesta a la primera pregunta: D. It's written.

Y no es una respuesta casual. He de reconocer que me pasé la última media hora del film debatiéndome entre la pasión que me suscitó el primer tramo de metraje y el aburrimiento de los convencionalismos hollywoodienses de la parte final. Es inevitable aborrecer la omnipresente mano del guionista en la historia mafiosa y amorosa con que se cierra la película; por no decir que, precisamente cuando le ves las costuras a la trama, empiezas a plantearte lo poco verosímil que resulta la rigurosa coincidencia cronológica entre el orden de las preguntas del concurso y el orden de las vivencias que le proporcionan las respuestas al protagonista. Pero aquí está la belleza de lo deliberado: algo que a priori puede parecer negativo se torna en positivo cuando el director te da suficientes pruebas de que lo ha hecho de forma consciente. Es lo que suele decirse del kitsch y horterismo deliberado en Moulin Rouge! de Bazz Luhrmann. Y es lo que debería decirse de Slumdog Millionaire, porque esta respuesta final aparentemente inocente es mucho más que una excusa. Es una declaración de intenciones: "sí, esto es Hollywood + Bollywood, así que no busques ficción de realidad". Es entonces cuando la mosca que tenías sobre la oreja se marcha volando y la preocupación se convierte en excitación.

Por lo demás, el film es una nueva muestra del oficio de Danny Boyle como talento audiovisual absoluto, como director extremadamente hábil a la hora de trenzar lo visual y lo musical sobre el lienzo de la pantalla (el ataque religioso, el momento de los niños sobreviviendo en las chabalos y, después, en el tren al son de M.I.A. son excepcionales). La planificación sublime de todas y cada una de las escenas (y, por encima, su relación en un conjunto más que harmonioso) consiguen que el tiempo pase volando y que casi no notes la transición entre la voluntad pseudo-documental del principio y la historia de amor final. La tensión de la narración múltiple en paralelo se economiza a la perfección, siguiendo un modelo de intriga y tranquilidad muy similar al del programa que subyace en el fondo de la trama y manteniendo al espectador pegado a su butaca. Y, sí, admitámoslo: Slumdog Millionaire tiene muchos puntos patilleros en su trama (que se encuentre con el niño ciego en una ciudad superpoblada como Mumbay, por ejemplo). Pero a cualquier objeción de este tipo, recordad la respuesta correcta: D. It's written.

6 comentarios:

alguien dijo...

Peeeeeeliculón. Si se llevó lo que se llevó en los Oscar es porque su mayor rival, Benjamin Button, peca de ser taan academista en comparación con Slumdog, que conserva la frescura y estilo de un director hecho a sí mismo. Saludos!!

Paula dijo...

Danny Boyle es un Dios.
:*

Unknown dijo...

coincido en todo lo dicho...demasiado way xa ovidarse de la d.
es mi nueva pretty woman demasiado surrealista pra ser cierta, pero joder, te deja feliz! eso si q es way y necesario!

José Manuel Ruiz Martínez dijo...

Me parece muy interesante tu lectura del "it's written" en términos de verosimilitud. Aun así, creo que eso no libra a la película de su principal defecto: ser demasiado complaciente so capa de alternativa. De hecho, tus referencias al kitsch también son atinadas, sólo que en este caso creo que el kitsch no es irónico ni deliberado sino puro, sobre todo, en efecto, en el tramo final de la película.

Carla Valdivia Rosello dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Carla Valdivia Rosello dijo...

a mi me paso lo mismo en la ultia parte de la pelicula, pero si pues, dentro de sus convenciones resulta verosimil esta ficcion en que todo esta escrito, el orden cronologico en un principio me asusto tanto como a ti, pero ahora que leo lo escrito, siento que enriquece mucho mas a la pelicula esta posibilidad. a mi me encanto la pelicula. saludooos